El CBD es el segundo cannabinoide más común que se encuentra en el cannabis después del THC. El CBD tiene efectos muy diferentes al THC. No es intoxicante, por lo que no hace que los usuarios se sientan colocados ni drogados. Por el contrario, deja a los usuarios con la cabeza despejada y capaces de funcionar. Se cree que el CBD tiene muchas propiedades terapéuticas y las cepas dominantes del CBD se utilizan a menudo para ayudar con el dolor, la inflamación y otras afecciones crónicas. Las cepas dominantes en CBD también pueden atraer a quienes son sensibles a los efectos secundarios del THC, como mareos, ansiedad y paranoia. Las cepas de cannabis con dominancia de CBD tienden a ser menos resinosas que las cepas con dominancia de THC y tienen aromas menos pronunciados. Las cepas se pueden fumar, vaporizar e incluso utilizar para hacer aceite infundido. El CBD de las cepas influye en la actividad del receptor de cannabinoides del cuerpo y estimula la producción de endocannabinoides naturales del cuerpo, y es esta propiedad la que le da a la sustancia química tantos usos terapéuticos, más de los cuales se descubren de forma regular.
